Jóvenes y urbanitas, perfil de los nuevos emprendedores en el ámbito rural

Las iniciativas se centran en productos ecológicos o poco introducidos como "mini" hortalizas y frutas

   La técnica de UU AA Paula Conte se dirige a un transeúnte durante la campaña informativa de ayer. // R. V.

MARCOS QUINTAS - PONTEVEDRA Los emprendedores miran ahora hacia el rural. Ante un mercado laboral estancado, ideas comerciales que se repiten y una caída de consumo que afecta sobre todo a bienes y servicios de segunda necesidad, son más los que tratan de establecerse en el campo para poner en marcha negocios agrícolas o ganaderos. El sector primario, aunque tampoco escapa de la situación económica, parece menos tocado. En la comarca de Pontevedra son menos de 700 los parados que se registran en estas actividades de un total de 21.000. Desde Unións Agrarias (UU AA) admiten que "cada vez son más" los que prueban suerte, sobre todo jóvenes y urbanitas.
La central mayoritaria entre los agroganaderos expone que el panorama de recesión también ha afectado y de hecho en la zona centro de la provincia, desde 2009, más de 500 profesionales dejaron de cotizar a la Seguridad Social. Pero aunque ello evidencie que el empeoramiento también afecta, el hecho de que sea una de la labores que mejore resiste anima a poner en marcha estas iniciativas. Sobre todo, vinculadas a la agricultura ecológica o muy especializada, siempre tratando de innovar para introducir en Galicia cultivos de los que no hay oferta o están escasamente introducidos.
"Estamos recibiendo muchas consultas de gente que se quiere dedicar a esto, urbanitas, sobre todo gente joven", comentan desde el colectivo. Una de las apuestas por las que más se está optando en este terreno es el de las miniaturas o frutas ´baby´. Productos cuya demanda se produce sobre todo desde la hostelería y la restauración. Y es que estas fuentes apuntan que ésta de una de las ideas por las que más se decantan aquellas personas procedentes de ámbitos urbanos, la de explotaciones agrícolas muy especializadas y vinculadas directamente a peticiones de restaurantes. Conscientes de que este tipo de productos tiene en estos tiempos menos tirón entre las familias, optan por materia prima cuya principal cartera de clientes sean otras empresas.
"Empiezan a ser habituales los casos de desempleados que viven en la ciudad y que se plantean hacer algo en fincas que sus abuelos tienen en las aldeas y que están sin trabajar", explica una portavoz del sindicato. Lo que se presupone como un menor coste lleva a que mayoritariamente los nuevos emprendedores en el sector primario se decidan más por la agricultura que por la ganadería. De todas maneras, también se tiene constancia de jóvenes que optan por esta vía, de igual modo muy vinculada a las peticiones de restaurantes. El de los pollos picantes es uno de los ejemplos de la nueva ganadería.
La tendencia, al menos por ahora, sigue en aumento. Algo que se ve con buenos ojos dado que, además de dar mayor fortaleza al sector primario, sirve también para aportar nuevos aires y posibilidades de negocio. Además, muchos ven en estas posibilidades económicas que ofrece el campo un paso adelante en el objetivo de frenar el despoblamiento de las localidades del rural.
Ayudas europeas para productos de calidad
Unións Agrarias montó ayer en la Praza de Ourense un expositor para promocionar la Política Agraria Común (PAC) con motivo del 50 aniversario de esta herramientas a la que se acogen miles de agroganaderos gallegos. Con esta campaña se quiere concienciar a los consumidores de la "importancia" que este programa tiene tanto para la calidad del producto como para mejorar las condiciones de trabajo de los productores.
Como gancho para el público Unións Agrarias ofertó a los transeúntes licores, galletas o mermeladas, constatando un "desconocimiento generalizado", de la población sobre la importancia que tienen las ayudas europeas para que los alimentos del agro gallego lleguen a sus mesas. Entre lo que más llamó la atención de la ciudadanía se encuentra una "guía de buenas prácticas para el consumidor de productos agroalimentarios", según han explicado. La técnica de UU AA Paula Conte comentó que "si bien hay muchas guías para el productor de carne, leche o las conserveras, el consumidor no suele estar bien informado".
En este sentido, Conte insistió en la importancia que tiene para el agricultor que el ciudadano pueda diferenciar correctamente las etiquetas y los sellos de calidad para "hacer una compra con criterio". "La gente se deja llevar por el precio", han lamentado representantes de la central sindical, pero en "el pequeño comercio se valora cada vez más el producto de temporada e incentiva la economía local", defendieron.