Por: La Catedral Innova
El grupo de investigación Electroanálisis de la Universidad de Burgosse encuentra participando, junto con las empresas Biolan Microbiosensores y Capher Idi y la Universidad de Zaragoza, en el proyecto Seribio, una iniciativa que tiene como objetivo generar biosensores electroquímicos para medir parámetros de interés en los vinos.
Innovación para bodegueros
Todo ello da una serie de valores que los bodegueros han de controlar para estar seguros de que la calidad del vino es la adecuada. Se trata de medir parámetros de control en la fermentación que pueden determinar las cualidades organolépticas del producto final. Además también pueden revelar la presencia de elementos tóxicos a través de una prueba que con este sistema se simplifica al máximo.
El proyecto Seribio
El grupo liderado por Julia Arcos tiene una amplia experiencia en el desarrollo de esta tecnología desde hace varios años. De hecho, los biosensores se aplican cada vez más en campos muy variados, como el sanitario o el medioambiental, pero su desarrollo orientado hacia la agricultura aún no está muy avanzado.
Fuente: http://www.lacatedralonline.es/innova/noticias/13211-la-innovacion-llega-a-las-bodegas-para-medir-la-calidad-de-los-vinos
Este
consorcio ha recibido una subvención de 1,6 millones de euros para
desarrollar biosensores desechables basados en tecnología de
serigrafiado. “Para medir ciertos parámetros del vino existen técnicas
como la cromatografía que requieren una instrumentación muy compleja”,
comenta Julia Arcos, que lidera el grupo de
investigación burgalés. “Por eso, este proyecto se propone desarrollar
un sistema mucho más sencillo para que el propio bodeguero pueda
realizar las mediciones”, puntualiza Arcos.
En concreto, los
nuevos dispositivos constan de una tinta conductora serigrafiada sobre
un soporte de plástico de unos pocos centímetros donde la presencia de
determinadas enzimas permite conocer las cantidades concretas de cada
sustancia. “Se provocan reacciones de oxidación que se detectan al
provocar una pequeña corriente eléctrica”, comenta la investigadora.
Concretamente se trata de medir la presencia de unos compuestos químicos
orgánicos denominados aminas biógenas, así como de los ácidos málico y
glucónico, que resultan muy importantes para determinar la calidad de
los vinos. Innovación para bodegueros
Todo ello da una serie de valores que los bodegueros han de controlar para estar seguros de que la calidad del vino es la adecuada. Se trata de medir parámetros de control en la fermentación que pueden determinar las cualidades organolépticas del producto final. Además también pueden revelar la presencia de elementos tóxicos a través de una prueba que con este sistema se simplifica al máximo.
El proyecto Seribio
El grupo liderado por Julia Arcos tiene una amplia experiencia en el desarrollo de esta tecnología desde hace varios años. De hecho, los biosensores se aplican cada vez más en campos muy variados, como el sanitario o el medioambiental, pero su desarrollo orientado hacia la agricultura aún no está muy avanzado.
Fuente: http://www.lacatedralonline.es/innova/noticias/13211-la-innovacion-llega-a-las-bodegas-para-medir-la-calidad-de-los-vinos
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